LA LEGALIZACION DE LA DROGA
DEPENDE DEL DESARROLLO ECONOMICO, POLITICO Y SOCIAL DE NUESTRO PAIS
DEPENDE DEL DESARROLLO ECONOMICO, POLITICO Y SOCIAL DE NUESTRO PAIS
La
legalización de la droga en Colombia es un tema engorroso que viene siendo
discutido desde hace mucho tiempo, debido a que el narcotráfico es un cáncer
social que azota al país aproximadamente desde los años 40, además de ser un
problema progresivo dadas sus extraordinarias utilidades. Por ser Colombia el
mayor productor de cocaína a nivel mundial y siendo la distribución de este
estupefaciente el negocio ilícito más rentable del mundo también esconde bajo
sus ponzoñosas garras la perversión humana desembocada en el crimen organizado,
la corrupción, el paramilitarismo y las guerrillas (en su búsqueda incesante de
desestabilizar las instituciones del Estado), pero sin duda alguna la mayor
consecuencia de este flagelo es la descomposición social de que vive todo el
país.
Colombia se
convirtió en el mayor productor del mundo, pero como un boomerang el problema regreso y
la población colombiana se volvió altamente consumidora, afectando
principalmente a la niñez y la juventud. Aquí parte el problema, ya que el
Estado colombiano ha encaminado todas sus esperanzas en acabar con el
narcotráfico, poniendo en marcha su poder coactivo en la lucha con los carteles
que manejan la droga en Colombia y dejando en segundo plano el desarrollo de los principios
fundamentales del país.
Martin
Luther King decía “Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en
programas sociales se acerca a la muerte espiritual.” que en resumidas cuentas es lo que pasa en Colombia, nos estamos muriendo lentamente bajo ilusiones de prosperidad pero con una realidad indiscutible, la guerra. En este sentido la
legalización de la droga, no tiene fundamentos, es claramente
visible que el Estado ha descuidado lo realmente importante, la vida, la educación,
la salud, la paz y sin estas bases como se podría hablar de una posible
“legalización” sin duda alguna lo principal es lo fundamental y legalizar es una solución facilista, dado que si el país se desenvuelve en la inestabilidad educativa, si no existen oportunidades laborales reales y si la pobreza asciende a mas del 60%, quien estaría en la plena capacidad para discernir sobre los pro y los contra de la droga en su vida.
Son
entendibles las ansias del poder político de buscar soluciones a tan infame
negocio, con una salida fácil, “la legalización” ¿pero hasta qué punto es
equilibrado? Si bien es verdad que se les cortaría las alas a los delincuentes,
cual es el precio que pagaría la sociedad colombiana en un Estado en el cual
los niños no se educan, viven bajo la sombra de la guerra, el trabajo forzado,
el desplazamiento, la violencia intrafamiliar, el abuso sexual etc. La juventud
esta cegada por los placeres de la droga, el alcohol, el libertinaje y el
descontrol, como vía de escape a la falta de oportunidades y los obstáculos que
pone el mismo gobierno para no permitirles estudiar, trabajar y en resumidas
cuentas progresar.
La legalización de la droga no obedece a una
aceptación mundial, depende de un desarrollo económico, social y político
justo, en donde las oportunidades sean equilibradas en todos los sectores
sociales, no olvidemos que Colombia está dentro de los cinco países más
desiguales del mundo según el coeficiente de GINI. Se deben combatir los problemas sociales para acabar con
el conflicto armado y el narcotráfico en Colombia, si existieran oportunidades
de desarrollo personal en el país la violencia poco a poco iría cesando. El
Estado debe encaminar riendas y garantizar la educación, la libertad, el
trabajo justo, la vida, la vivienda, la salud y la Paz, solo así una sociedad
civilizada puede empezar a combatir flagelos como el narcotráfico. De lo
contrario seguiríamos el mismo camino que llevamos hasta el momento, la guerra
desemboca mas guerra, y está en Colombia se financia con la droga para los
delincuentes y con los recursos públicos para el Estado, siendo así la única
afectada la población Colombiana, al ver que los dineros que deberían ir para
el desarrollo se van para una guerra que nadie quiere pero que en últimas acepta.
Luis Gabriel Rodríguez de la Rosa
Estudiante de Derecho
Universidad San Buenaventura de Cali
Estudiante de Derecho
Universidad San Buenaventura de Cali
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